Mundos Paralelos

Mi memoria es muy mala, eso no es novedad, pero me suele pasar que tengo algunas ideas que no me acuerdo si salieron de mi desordenado cerebro o directamente se se las robé a alguien que lo tiene más ordenado que el mí­o.
Pero creo, como le dice el cartero a Neruda en Il Postino (heme aquí­ de nuevo apoderá¡ndome de una idea ajena... concientemente!), que una vez que un pensamiento sale de la cabeza de su creador para ver la luz del dí­a (o la de la noche, las mejores discusiones son a la luz de la luna), está ahí­ para que se la apropie quien la precise o pueda hacer buen uso de ella.
Tengo otro vicio. Hay veces que esta señora gorda llamada realidad me resulta un poco insulsa, aburrida, hasta quizás simple. Yo que amo el cine, las pinturas, la literatura, la música, el diseño, la fotografí­a... por qué no adornarla como a mi más me parezca?. Si no es mala intención, es sólo pintar algunos detalles con colores más brillantes, a veces con sólo eso basta... y queda tanto más interesante!.
Está bien, admito que soy una daydreamer pero, si me paso mis dí­as soñando e imaginando despierta, por qué esas cosas no habrí­an de formar parte de mi vida y ser reales. Como ese cuentito, un poco naïve pero viene al caso. Si un mendigo sueña doce horas por dí­a que es rey, todos los dí­as de su vida, ¿cuál es su realidad?.
Life is what we make of it y a veces pesa demasiado darse cuenta que son nuestras elecciones las que nos pusieron acá or sometimes is easier not to come to terms with it para no asumir la parte que nos toca que, casualmente, es todo o prácticamente todo.