Queso, pan y vino. Celulitis, pelos y rollos.
Empecé a mover el esqueleto!
Después de un par de meses de letargo y 10kg más ganados en Francia gracias a los quesos, vinos y baguettes, llegó el momento de ponerse en forma. Me anoté a este gimnasio-complejo-club-centrodeestética-pileta-cancha de bolos y ahi fui con mi bolsito, zapatillas y shortcitos... Ayer hice la clase más loca de mi vida, resulta que hay una especie de pelota partida al medio con una base... o sea, una media pelota con base plana, a la cual te podés subir y rebota... este aparato extraño se llama "bosu" y parece que es el nuevo boom del fitness. Es bastante difícil mantener el equilibrio en esa bola, a la cual te la pasás subiendo y bajando. Se puede picar y saltar alto, te podés arrodillar, acostar... es una cosa rarísima.
Salí toda empapada y con la esperanza de endurecer mis glúteos a corto plazo... y de ahí, directo al hidromasaje... qué placer!!
El vestuario es un tema aparte. Yo siempre hice deportes, danzas y todo tipo de actividades colectivas donde es necesario cambiarse en un vestuario. En Argentina, cada minita tiene su ducha, su lugarcito para cambiarse, todas con sus toallas caminan de aquí para allá y siempre escuchamos, con cierto asombro, cuando los muchachos nos cuentan que en el de ellos, hay un par de duchas compartidas, unos bancos y ya está, todo mucho más sencillo.
En un vestuario de mujeres argentino, no verás una sola teta, pelo o rollo que ose escaparse de la toalla.
Acá es otra historia.
A Mr. Complejos se lo llevaron preso y todo el mundo disfruta plenamente de sus respectivos envases (y de los ajenos también, obvio, pero ese ya es tema para otro post). En la playa, niñas, adolescentes, mamás y abuelas se broncean parejito, sin marcas de bikinis ni esas cosas... Si después de la playa te vas a algún lugar, muy simple: te sacás la tanga y te ponés tu ropa de ciudad, ahí, en la playa...
Si al señor le pintó hacer una excursión al muelle, ningún problema, a sólo metros del Metro, se pone una gorrita (no vaya a ser cosa que se le queme la pelada!), medias y zapatillas; el resto? nada más. Acaso necesita algo más?
En el vestuario es así también. Me seco el pelo en bolas, hago sociales, escribo sms, sauna, hidromasajes, paseo, me hago un baño de crema... sin ningún tipo de problema ni complejos. Todas felices con sus atributos femeninos al viento, acaso hay que avergonzarse de ello? Y me pregunto, cuándo y cómo surge toda esta huevada de la verguenza hacia el propio cuerpo.
El modelo perfecto de belleza argentino ya fue. Yo creo que nunca entré en él y por eso siempre mi cuerpo me resultó algo extraño. Soy alta y grandota, ni muy flaca ni gorda y siempre les llevé una cabeza y media a todas mis amigas. Jamás pude intercambiarme ropa con ellas en la adolescencia y eso, en ese momento, es difícil de aceptar. En el momento donde las curvas empiezan a volver locos a todos los compañeritos de la escuela, yo tenía forma de heladera.
Para danzas siempre fui muy alta, para gimnasia artística, muy grandota.
Creo que recién hace unos años me amigué con mi cuerpo y me logré aceptar. Y pensaba que posiblemente, la sociedad en la que crecí y viví fue culpable en gran medida. Es muy fácil culpar algún agente externo pero, lamentablemente, a los 16 años uno no tiene mucha capacidad de discernimiento.
Ya más grande, realmente me resbalaba entrar a algún lugar y que me dijeran, al verme cruzar la puerta: "talles tan grandes no tenemos" (glup!!! juro que es verdad!) o que te den un 36 cuando es obvio que no me entra.
En fin, todo este divague era para decir que me parece alucinante la relación que tiene todo el mundo acá con su cuerpo. Habrá algún que otro acomplejado pero realmente pasa desapercibido entre tanta gente feliz con sus carnes al viento.
De a poquito me estoy cambiando en el vestuario sin tanta "cosita", a escribir sms en bolas todavía no llegué pero... quién te dice...
4 comentarios:
Comparto con vos totalmente, en esta sociedad que nos toca vivir si no sos flaca esquelética no tenés suerte, pero por suerte somos muchas las que luchamos contra eso.
Cariños seguí escribiendo.
Helenita, absolutamente de acuerdo.
Hace falta ir a una playa nudista para darse cuenta de que, muchas veces, es la ropa la que afea los cuerpos. Eso de tratar de apretar y comprimir, hace que las formas y los rollos salgan por arriba de los elásticos.
Y el cuerpo desnudo es mucho más lindo de lo que muchos pueden suponer, según mi opinión.
Yo creo que el cuerpo humano es lindo, incluso el considerado "imperfecto", porque tiene unos kilos o unos años de más.
En Italia, no es tan libre la cosa como en España. Acá se respira de otra manera. En las playas, ni te cuento.
Bueno, me fui de largo. Mil besos.
Yendo al tema del cuerpo en sí, me jode mucho esa obsesión por meterse con el cuerpo del otro, que se da tanto en la Argentina.
- Me encontré con Fulana
- Uy, ¿viste qué gorda que está?
- ¿Y Sutana? Un esqueleto, para mí que es anoréxica.
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, BASSSSSSSTA.
Jajja me re imagino la escena en el gimnasio, todas las minas en bolas con tanta tranquilidad... me paso lo mismo en el hammam cuando fui con mi vieja, nosotras con mallita y las minas con sus rollos al aire sin el minimo rollo. Hay que aprender de ellas, pero bueno, una que esta tan acostumbrada a que cuando llegas a un lugar lo primero es que las otras minas te saquen una radiografia de arriba a abajo para ver como sos, como estas vestida, si engordaste, si te depilaste... cuesta. Pero lo vamos a lograr!
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